viernes, 22 de noviembre de 2013

Almas gemelas

Se dice que Dios creó un TODO y lo llenó de vida; luego lo dividió en dos y cada una de esas dos partes reencarnó en dos seres diferentes. Deberían evolucionar cada una a través de vidas separadas. Así nacieron las "almas gemelas", ese es el concepto de su existencia y la razón del por qué están separadas.

Sin embargo, aunque nacen en cuerpos diferentes, la unión de esas almas no termina jamás y a través de muchas reencarnaciones están juntas, cada una en un escenario diferente, viviendo vidas paralelas, con las mismas experiencias, pero no se reconocen desde el primer instante porque falta evolución y por eso en varios casos necesitan de otras relaciones. Pero el reencuentro al final es inevitable.

Las almas gemelas tienen los mismos intereses, su atracción no es sólo física o sexual y la ternura ocupa sus instantes y sus miradas. Ese amor trasciende la edad, la materia, la raza, el credo, las distancias. Al verse, sienten una infinita necesidad de abrazarse y besarse y expandir las energías de sus corazones. Ambas desean crecer espiritual e intelectualmente, se incentivan mutuamente por ese crecimiento personal, no existe entre ellas el egoísmo ni la individualidad y tienen el deseo, aunque inconsciente, de llevar a cabo su misión juntos.

Se complementan en todos los sentidos… ¡casi piensan lo mismo! Se aceptan, se respetan, hacen planes para el futuro, se quieren como son. Si se pelean parecen marchitarse y buscarán rápidamente aclarar sus malentendidos, con humildad y generosidad el uno por el otro. Y su amor crecerá cada día más y más. Se dan cuenta que aunque separadas han estado buscándose siempre, ahora comprenden el por qué de la espera, por qué la alegría de vivir y por qué, a pesar de todo,  los corazones no se cerraron a la llegada del amor, nunca. Sus experiencias pasadas fueron la preparación para el reencuentro.

Las almas gemelas se atraen más fácilmente. Hacer el amor es una experiencia que cobra un inusitado significado y en un indescriptible instante de esa unión, logran reconocer a través de sus ojos, el alma que estaban buscando...

Pueden pasar años, pero en el fondo de tu corazón, sabrás que tu alma gemela siempre existió, que uno siempre estuvo ahí, totalmente hecho para el otro y que el momento del reencuentro será crucial para reconocer que nunca podrá existir nadie como él/ella para vos.

El amor verdadero

Tal vez encontremos una respuesta en esta definición sobre en qué consiste el amor verdadero: sería la combinación de deseo, ternura y amistad.

Una pareja se une por la presencia de estos tres elementos y sus momentos de felicidad se deben al equilibrio de estos mecanismos psicológicos. Cada uno de estos factores es una parte primordial de lo que conocemos como "Amor Verdadero".

El deseo es el enamoramiento, el amor pasional. Es el que te hace sentir "loco de amor"; es un amor que duele y se relaciona con lo erótico y lo sexual.

La amistad es compartir, preocuparse por el otro, estar juntos en buenas y malas situaciones.
La ternura es lo grato, el mimo, la no violencia.

Esta fórmula parece ser bastante efectiva pero no fácil de lograr. Cuando algún elemento falta, el sentimiento es de decepción e insatisfacción.

Lo cierto es que a menudo las parejas se "enganchan" por alguno de estos elementos, generalmente el deseo, con ausencia de los otros dos y entonces cuando el deseo se evapora se termina la pareja.

El amor verdadero asegura la pasión, el afecto y la comprensión, y evita los celos y el control, por eso dura más tiempo y produce más placer.

Es el amor el que produce energía, dan deseos de luchar y de cambiar, además conforta en todo momento.

Cuando el amor aparece produce alegría y sobre todo paz.

Amar sin esperar nada a cambio

Dar sin esperar recibir nada a cambio es una de las bases del amor incondicional. Dar sin expectativas. Dar por dar, por abrir el corazón al amor, a la posibilidad de expresarnos en la entrega desinteresada.

Cuando damos y esperamos algo a cambio, convertimos el acto de dar en una deuda a largo plazo. La otra persona se convierte en tu acreedor y se lo vas a hacer sentir. Cuando quieras seguir dando a esa persona, o la persona va a estar en una posición de desventaja frente a vos, o por resguardarse no va a querer aceptar que le des nada más. Manipulamos muchas veces sin darnos cuenta, al otro mediante el dar. ¿Eso es lo que se busca?
Escucho muchas veces: "¿Me podrías dar tal cosa? Acordate de cuando yo te di"... ¿Entonces cuando diste, esperabas recibir algo a cambio? ¿Dar es un acto de amor o de control? Hay que animarse a dar sin esperar nada a cambio. ¡Es una de las mejores sensaciones!

Desafíos

Cuando alguien evoluciona, también evoluciona todo a su alrededor. Cuando tratamos de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve mejor.

Eres libre para elegir, para tomar decisiones aunque solo tú las entiendas. Toma tus decisiones con coraje, desprendimiento y a veces con cierta dosis de locura.

Solo entenderemos la vida y el universo cuando no buscamos explicaciones. Entonces todo queda claro.

Aprender algo significa entrar en contacto con un mundo desconocido en donde las cosas más simples, son las más extraordinarias.

Atrévete a cambiar, desafíate, no temas a los retos.

Insiste, una, otra y otra vez.
Recuerda que sin fe se puede perder una batalla que ya parecía ganada.
No te des por vencido.
Acuérdate de saber siempre lo que quieres.
Y empieza de nuevo.
El secreto está en no tener miedo de equivocarnos y de saber que es necesario ser humilde para aprender.
Ten paciencia para encontrar el momento exacto y felicítate tus logros. Y si esto no fuera suficiente, analiza las causas e inténtalo con más fuerza.
El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños.

Paulo Coelho.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Avanzar

Y sí, lo reconozco... lo difícil no es sólo dar el primer paso. Da miedo seguir caminando cuando no puedo ver completamente todo el camino, pero de eso se trata la vida: avanzar con confianza a pesar de no saber lo que se viene.

Esta entrada no es la misma que la primera. Ya no tengo 16 años, pasaron un montón de cosas en el medio y este blog, el cual fue creado para acompañar y reflejar parte de mi vida, tiene que estar a la altura de las circunstancias. Crecí, cambié en algunos aspectos (para mejor, espero)... y conmigo también tiene que hacerlo este espacio, ¿no?


Reconozco también que madurar a veces implica aceptar cosas que creí impensadas. Hace cinco años atrás jamás me imaginé en en una situación como esta... porque hace poco tuve que comenzar con un cambio tan drástico que no creí llegar a soportarlo. Fue como una metamorfosis completa, un hito que marcaría un antes y un después en mi vida que creí que jamás podría superar... y que incluso hasta ahora, lo confieso, a veces me sigue siendo difícil de asimilar.


Sé que todavía no dispongo de la inteligencia emocional suficiente para terminar de aceptar la posibilidad de que la persona que amé tanto, durante tanto tiempo y de una forma tan increíble e incomparablemente profunda, probablemente ya no será ese quien siempre creí que sería: mi compañero de vida, mi sostén incondicional, el hombre con quien formaría una familia. Y es difícil, muy, porque con Él crecí, con Él proyecté mi vida, con Él compartí cosas que con nadie más compartí... fue lo que con todo mi corazón creí que me completaba, lo que me complementaba. A veces sigue siendo difícil mirar ese lado que dejó vacío y llenar el hueco que quedó ante su ida. Es algo que todavía ahora estoy aprendiendo a hacer.


Por eso, a la vez, no quiero dejar de escribir acá. No sólo por el hecho de no dejarme alguna que otra cosa guardada, sino por todo lo que siempre significó para mí su esencia reflejada en este lugar. Porque no quiero desechar completamente ni dejar a un lado todo lo hermoso que sentí y por consiguiente, todo lo que construí gracias a eso. No por un tema de apego emocional... sino porque Él formó parte de mi vida, porque sigue siendo parte de mí de alguna forma y sería hipócrita de mi parte intentar olvidar todo aquello que alguna vez influyó tanto en mi felicidad y llenó tanto mi vida.


No falta alguna que otra noche en la que extraño tus abrazos mientras me estoy por quedar dormida. Pero esta mujer ya adulta a la que cada día se le cae una ficha nueva, quiere flexibilizar sus objetivos, terminar de abrir su mente, sus ojos y su alma... aunque ya no pueda ser, física y realmente, en Tus Brazos.